domingo, 31 de enero de 2010

Alimentación saludable II




Como responsables de la alimentación del alumnado de los centros o de nuestros/as hijos/as, debemos tener en cuenta lo importante que es para ellos/as comer alimentos saludables, aunque ¿quién no ha tenido discusiones sobre qué se debe comer?.

El mayor deseo de los padres y madres en la actualidad es que sus hijos/as tengan una buena salud, previniendo no sólo las enfermedades infantiles, sino también teniendo en cuenta las posibles repercusiones en la vida adulta.

Por lo tanto, lo primero que debemos tener en cuenta es que mientras antes se inicien en los buenos hábitos alimenticios, menos errores y problemas de salud tendremos que corregir. Un buen comienzo es conocer y usar la pirámide alimentaria (a este tema le dedicaremos un artículo completo) y aplicar unas sencillas normas dietéticas generales.

Si nos fijamos algunas metas tendremos más claro cómo debemos actuar.

Prevenir las enfermedades en la edad adulta que tienen su base en la alimentación infantil (hipertensión, obesidad, accidentes cerebrovasculares, etc.).
Promover la dieta mediterranea (elección del aceite de oliva, moderación en el consumo de carne, disminuir el consumo de sal, aumentar la ingesta de alimentos ricos en hidratos de carbono complejos, aumentar el consumo de frutas, verduras y pescado, asegurar el consumo de lácteos, estimular el ejercicio físico, etc.)
Promocionar la importancia de un buen desayuno, ya que contribuye a conseguir unos aportes nutricionales más adecuados.
Vigilar el consumo y calidad de las chucherías, restringiendo su consumo.
Promocionar el consumo de alimentos funcionales, modificando la composición de productos alimenticios reduciendo las sustancias indeseables y enriqueciéndolas con sustancias deseables.

Los niños de corta edad necesitan tres comidas regulares más uno o dos bocadillos o piezas de fruta. Debemos planificar el horario de todas las comidas, de manera que no hayan grandes periodos de tiempo sin tomar alimentos, ni demasiado pequeños.

Uno de los errores más comunes que cometemos es el de servir raciones o porciones del mismo tamaño a todos los miembros de la familia, sin tener en cuenta que éstas deben ser más pequeñas para los/as más pequeños/as. Si se quedan con hambre ellos pedirán más comida.

Como decíamos en el artículo anterior debemos ofrecerles nuevos alimentos y lo debemos hacer en porciones aún más pequeñas. En ocasiones siempre quieren comer el mismo alimento comida tras comida, este comportamiento se conoce como "manía por un alimento". Por lo general, esta manía por un alimento no dura lo suficiente para perjudicar la salud del niño; si se trata de un alimento saludable, podemos permitir que lo siga comiendo hasta que se le pase la manía.

Es posible que coman menos un día y más al día siguiente, el apetito de los/as niños/as depende de su crecimiento y nivel de actividad. Si consideras que está comiendo muy poco o demasiado, debemos consultar al médico.

Como ya hemos dicho debemos utilizar la Pirámide de los Alimentos, que nos ayudará enseñar que deben comer para crecer fuertes y saludables.

Debemos procurar que tomen alimentos de los cinco grupos alimenticios, todos son importantes y necesarios, ya que cada uno de ellos proporciona algunas de las sustancias nutritivas y la energía que los niños necesitan, así como promover la dieta mediterranea.

En la sociedad actual los escolares pasan mucho tiempo fuera de casa y la supervisión de su alimentación se hace más difícil; una dieta inadecuada puede llegar a provocar desde problemas de aprendizaje, hasta desórdenes alimentarios, llegando a estar en peores condiciones para afrontar tanto la actividad escolar como las de su vida diaria.

Una buena alimentación comienza con el desayuno, el organismo ha estado varias horas sin alimento y es una comida que no deben saltarse, ni tomarse a la ligera, llegando a ser la única comida del día que puede hacer toda la familia unida, pudiendo servir para crear hábitos que mantendrán durante toda su vida. Por lo tanto si es necesario nos levantaremos antes, para tener tiempo suficiente para desayunar.

Otro problema al que deben enfrentarse los progenitores y los educadores son los denominados "alimentos chatarra", golosinas, gaseosas, comida rápida, etc. ricos en hidratos de carbono y grasas, que lejos de consumirse en ocasiones especiales, son alimentos a los que tienen especial predilección, gracias a su atractiva presentación y a las fuertes campañas publicitarias. Esto hace difícil darles, sin más, dinero para que compren la merienda o el bocadillo del recreo, por lo que debemos preocuparnos de preparar estas comidas y guardarlas en las mochilas.

Por todo lo cual debemos actuar con la habilidad necesaria para que coman una variedad y cantidad de alimentos que le son necesaria para su crecimiento y que lo hagan con el placer que puede devenir de la alimentación diaria.

Por último, recordar que en la actualidad una gran cantidad de alumnado almuerza en los centros escolares y que esta comida debe estar equilibrada con el resto de comidas que se realizan a lo largo del día.

Por todo esto en Mendoza y Palomo S. L. cuidamos especialmente la alimentación del alumnado que come en los centros escolares, tanto desde el punto de vista de la cantidad y la calidad de los productos empleados y el resultado final, como del equilibrio nutricional necesario.

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