lunes, 28 de junio de 2010

ALERGIAS ALIMENTARIAS: SU PREVENCIÓN

Como continuación de los artículos anteriores relacionados con las alergias y las intoxicaciones alimentarias queremos destacar en primer lugar el notable incremento que se ha producido en los últimos años de las alergias alimentarias, debido a factores genéticos, ambientales y nutricionales, pero sobre todo uno de los factores que más ha influido en este incremento ha sido la introducción en nuestra dieta de nuevos productos y cada vez, a más temprana edad.

La introducción de nuevas técnicas de conservación de alimentos, los transportes cada vez más rápidos, etc. han permitido introducir en nuestra dieta multitud de productos que nuestro organismo no está acostumbrado a consumir, todo esto unido a la supresión cada vez más temprana de la lactancia materna, y la introducción del consumo de cereales son los factores que ayudan a explicar el incremento de las alergia alimentarias.

Como decíamos los productos causantes del mayor número de alergias alimentarias son la leche, el huevo y el pescado, pero esta lista se amplía conforme se van introduciendo nuevos alimentos en la dieta de los/as niños/as, v.gr. frutas, frutos secos, mariscos, etc., pero mayoritariamente con pronostico benigno.

La mejor medicina en el caso de este tipo de alergias es la prevención, si en los últimos años se ha producido un aumento de casos por la introducción temprana de estos alimentos en la dieta infantil, y la supresión de la lactancia materna es fácil concluir que la mejor prevención es prolongar la lactancia materna y retrasar la introducción de alimentos que pueden producir alergias alimentarias, así como introducirlos de manera paulatina, probando con uno nuevo cada vez y esperando varios días antes de introducir otro para observar la reacción, y en pequeñas cantidades, que se irán aumentando para aumentar los niveles de tolerancia, no debemos olvidar que el sistema digestivo de los bebes es inmaduro y no debe incorporar la mayoría de las comidas hasta tener más de un año de edad.

Y algo que todos sabemos pero que muchas veces no cumplimos, seguir los consejos de nuestro pediatra y nunca autodiagnosticarnos ni hacer caso de consejos que a alguien conocido le ha ido muy bien. Las asociaciones médicas recomiendan incluso que en el caso de antecedentes familiares de alergias alimentarias hay que retrasar hasta el primer año de vida la incorporación de la leche de vaca, el trigo y el maíz, hasta los dos años el huevo y el pescado y hasta los tres los frutos secos.

Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación (2006). "Alergias e intolerancias alimentarias". Revisado en agosto, 2008 desde http://www.eufic.org/article/es/page/BARCHIVE/expid/basics-alergias-intolerancias-alimentarias/.

Fotos cortesía ISFTIC.

lunes, 14 de junio de 2010

Participación y Diálogo en la Educación III

La participación de los padres a partir de la LODE

Aunque la LODE reconoce, al igual que la LOECE, el derecho de los padres a crear APAs. no les permite ser el canal para acceder al Consejo Escolar del centro, lo que es una grave contradicción, que debería ser subsanada en el menor plazo de tiempo posible. En cambio, las Federaciones y Confederaciones de APAs son el cauce para acceder a los Consejos Territoriales en sus diferentes ámbitos y al Consejo Escolar del Estado. Las funciones de las APAs tal como las define el art. 5.2. de la LODE son estas: «asistir a los padres o tutores sobre todo aquello que concierne a la educación de sus hijos o pupilos», «colaborar en las actividades educativas de los centros» y «promover la participación de los padres de alumnos en la gestión del centro».

Hay sectores educativos que piensan que las APAs son entidades cuya única misión es la organización de actividades extraescolares.

También se ha dicho que la LOECE primero y la LODE después eran la «muerte» de estas asociaciones, al marginarlas del Consejo Escolar. A pesar de esto, pensamos que una lectura no restrictiva de las funciones de las APAs, sobre todo teniendo en cuenta «la opción por un sistema educativo moderno, en el que una comunidad escolar activa y responsable es coprotagonista de su propia acción educativa» tal como dice el Preámbulo de la LODE abre nuevas posibilidades a la acción de las APAs: Informar a los padres sobre las funciones del Consejo, las cuestiones prioritarias que se están debatiendo en cada momento y recoger sus aportaciones; crear las estructuras organizativas que faciliten y agilicen la participación de los padres (delegados de curso, comisiones, etc.) son, entre otras cosas, tareas que no corresponden a los maestros ni a la administración. Deben asumirlas los padres y es evidente que no pueden hacerlo a título individual.

El papel de la APAs es decisivo para hacer que la participación de los padres en la gestión de los centros docentes deje de ser puramente simbólica como hasta ahora, si se cumplen una serie de condiciones: Garantizar la comunicación entre el Consejo y la Junta de APA, replantearse los objetivos a priorizar desde las APAs. aumentar la formación de los miembros de las Juntas de APA respecto a la organización y gestión de las mismas y que los representantes de los padres del Consejo utilicen las estructuras de las APAs para informar, consultar y recoger las inquietudes de los padres.

MARCO LEGAL

La Ley General de Educación (1970) abrió la posibilidad de que los padres de alumnos creasen asociaciones (Art. 5.5), cuyos fines debían ser complementar y apoyar las tareas escolares. Este tipo de participación, más o menos amplia según las características de cada centro, tenía unos límites muy concretos: en ningún caso se reconocía el derecho a intervenir en la gestión de la escuela. En el contexto social y político en que nacieron estas «asociaciones de padres de alumnos» (APAs) se convirtieron rápidamente en plataformas reivindicativas y se incorporaron a la lucha por la democracia.

La Constitución (1978) reconoció, por primera vez, el derecho de padres, profesores y alumnos a participar en la gestión y el control de la escuela pública: «Los profesores, los padres y en su caso los alumnos intervendrán en la gestión y el control de los centros sostenidos por la administración con fondos públicos, en los términos que la ley establezca» (27.7). La primera concreción de este derecho fue la Ley Orgánica 5/80 de 19 de junio, Estatuto de Centros Escolares (LOECE). En el artículo 18.1. de esta ley se decía «en cada centro docente existirá una Asociación de Padres de Alumnos (...) a través de la que ejercerán su participación en los órganos colegiados del mismo».

En el Art. 26, donde se especifica la composición del Consejo de Dirección dice: «cuatro representantes elegidos por la Asociación de Padres de Alumnos» (26.1.f). Las APAs eran reconocidas como canal legal para la intervención de los padres en la gestión de los centros. Contra esta ley se interpuso un recurso de inconstitucionalidad que, entre otras cuestiones, planteaba que el art. 18 citado anteriormente condicionaba la participación de los padres en el Consejo de Dirección a su pertenencia a la APA y que, por tanto, era contraria al principio de libertad de asociación. El 24-2-81 la sentencia del Tribunal Constitucional declaro «la inconstitucionalidad y consiguiente nulidad del art. 18.1.». Esta sentencia, en lo referente a las APAs, tuvo dos consecuencias importantes: se recogía en la Ley la posibilidad de crear más de una APA en cada centro; el canal para acceder al Consejo de Dirección era la elección directa y no las APAs. Las APAs volvían a quedar al margen, al menos formalmente, de la gestión de las escuelas.

Sin embargo lo más importante es que reflexionemos sobre la actitud que mantenemos ante el diálogo entre los distintos sectores educativos, a continuación relaciono una serie de preguntas que circulan por internet que nos pueden ayudar en esta reflexión.

¿Se intenta comprender las dudas y contradicciones que viven los docentes en el trabajo respecto a la validez de los contenidos y las dudas de familias sobre la inadecuación entre las perspectivas sociales y el papel de la escuela?.

¿Descargan los padres su agresividad en el profesorado y viceversa ya que la administración se encuentra fuera del alcance de ambos colectivos?

¿La institución permite respuestas adecuadas a los sentimientos de culpabilidad, de impotencia y de agresividad en padres y profesores que nadie se atreve a asumir?.

¿Se comprende que el fracaso escolar tiene mucho que ver con la distancia entre cultura escolar y la cultura familiar y de clase social?.

¿La participación de los padres se relega a la organización de actividades extraescolares?

¿La profesionalidad docente se manifiesta en la capacidad de mediar entre las exigencias institucionales y las demandas de los grupos sociales beneficiarios de los servicios educativos?.

¿Existe una nueva realidad en la que se puedan equivocar los padres y los maestros?

¿La participación de los padres en los centros contribuye a reducir la distancia entre los ciudadanos y las instituciones y a hacer más transparentes los procesos organizativos?

¿La intervención escolar toma en cuenta que los alumnos y las alumnas aprenden con las costumbres y la cultura de sus comunidades y esto no debe ser ajeno al centro?.

¿Los padres conocen realmente lo que hacen los profesores y tienen la oportunidad de plantear sus dudas?.

¿Se tiene en cuenta que se han transferido a la escuela funciones educativas de las que no puede asumir la responsabilidad exclusiva?.

Foto cortesia de ISFTIC.

jueves, 10 de junio de 2010

Participación y Diálogo en la Educación II

Como decíamos en la primera parte de este artículo, el derecho a participar en la sociedad es como la conquista del resto de los derechos a lo largo de la historia, hay que ganárselo, es una lucha. Pero, si como hemos dicho es posible una gestión participativa y un control democrático de los centros escolares, esta debe materializarse en tres niveles.

El primer nivel es la relación padres-educadores, que debe ser muy fructífera y hay una excelente oportunidad de materializarlo a través del tutor o tutores. No espere a que su hijo/a tenga necesidades educativas especiales o que haya agotado todos sus recursos didácticos antes de empezar a hablar con el profesor encargado de orientarle y hacerle un seguimiento más cercano.

Cuando se siente con su tutor usted tendrá mucha información sobre las actividades del colegio, las actitudes de su hijo/a, los potenciales problemas, etc piense que conoce muchas cosas sobre su hijo/a que pueden ayudar al tutor/a. Esta ventaja será decisiva. Nadie va a una entrevista sin preparársela. Por eso antes de sentarse piense:

¿Por qué o para qué quiere vernos o queremos ver al profesor?, ¿qué puedo hacer para participar y ayudar más en la educación de mi hijo/a?.

Normalmente nos solemos hacer la primera pregunta ante la petición de una entrevista personal con el tutor y la relacionamos con alguna situación problemática del alumno en clase. Pero esta concepción de las tutorías está muy alejada de la realidad. Intercambiar información, resolver conflictos, analizar el comportamiento o simplemente conocer las opiniones de las dos partes son algunos de los objetivos que persiguen las tutorías con los padres. Para ello, es muy importante preparar la entrevista, tanto por parte de los padres como de los profesores.

Todos los centros escolares incluyen dentro de su Proyecto Curricular el denominado Plan de Acción Tutorial (PAT). En él, se especifican los criterios y procedimientos para la organización y funcionamiento de las tutorías, tanto con el alumnado como con sus familias. En el PAT se incluyen las entrevistas individuales con los padres para informarles del desarrollo académico del alumno o de cualquier aspecto relacionado con su formación, con el objetivo principal de que se establezca un canal de comunicación fluido entre los profesores y familia que facilite el diálogo y la participación de estos.

El centro escolar debe estipular para cada nivel educativo un número de tutorías rutinarias con los padres. No obstante, es aconsejable solicitar, siempre que se crea oportuno, una entrevista personal con el/la tutor/a, ya sea porque se ha detectado algún problema o dificultad en el niño, para informarle sobre algún cambio en la situación familiar que puede afectarle o simplemente para conocer otros aspectos de la evolución de sus hijos, que no se reflejan en las notas o evaluaciones que informan periódicamente sobre el rendimiento escolar.

Cuando vayamos a una entrevista con el profesorado de nuestro/a hijo/a debemos tener en cuenta que:

1. El tutor es nuestro aliado. Escúchelo con atención, trátelo con la mayor consideración. No le contradiga a la primera. Incluso si presume de conocer a su niño como nadie. Trátelo como un profesional, como le gustaría que le trataran a usted en su ámbito profesional.

2. Debemos demostrar nuestro interés real. Utilice lo que sabe de su hijo para demostrarle que tiene el mayor interés real. Demuestre que está al tanto de cada día en el colegio, hágalo con respeto, pidiéndole consejos, orientaciones. Pregúntele como puede usted ayudarles a los profesores (motivación, conducta, deberes, exámenes,...).

3. Debemos interesarnos por la actitud de nuestro hijo y todo tipo de detalles. Piense que el comportamiento y el rendimiento no tiene porque corresponderse con lo que Vd. piensa o cree, pida que le cuente su importante y cualificado punto de vista, pida detalles: sus distracciones en clases, su falta de atención en esta u otra asignatura, sus materias favoritas, sus hábitos, sus amigos y sus relaciones, si es tímido en clase, si es extrovertido, sus dificultades con las matemáticas, la lengua, etc. Tiene mucho que aprender de su hijo cuando no lo ve. Cuando los niños tienen que desenvolverse fuera del ámbito familiar experimentan cambios que los padres son incapaces de imaginar.

4. Debemos mantener un contacto frecuente y fluido. Gánese la simpatía y la amistad de los tutores y profesores de su hijo. Le permitirán mantener un contacto frecuente con aquellos que deben sus mejores aliados, las reuniones deben ser útiles tanto para ustedes, como para el profesorado. Ellos van a ser determinantes en muchas cosas y en especial en algo tan decisivo como la educación de sus niños. Sea compresivo, póngase de su parte aunque no comparta algunas de sus apreciaciones o puntos de vista, tómese un tiempo para analizarlos mejor y ver si llevan razón o no. Muchos tutores cambian su punto de vista si ven en los padres una complicidad y una actitud positiva hacia su labor educativa, y no saltan a defenderlos como si fueran cachorros indefensos.

En la mayoría de los casos es importante que los/as hijos/as conozcan el contenido de las conversaciones. Especialmente en las vertientes en las que hemos insistido: el estudiante debe ser consciente de que sus estudios son importantes; le hacen sentir "el protagonista de cada día". Es el primer paso para enseñarles que la participación y el diálogo son importantes.

El segundo nivel para mejorar nuestra participación en el centro escolar es el de la asociación de padres.

Como hemos dicho anteriormente integrarnos como padres en la organización o actividades de la escuela de nuestros hijos es tan importante como mantener una buena comunicación con los profesores. Si bien las tutorías son necesarias para conocer el progreso formativo de los niños, participar en la vida escolar del centro es también muy recomendable ya que facilita posteriormente no solo la resolución de conflictos de nuestro hijo en el entorno escolar, sino que favorece la comunicación entre padres e hijos y mejora no solo el clima de convivencia general del centro y la resolución dialogada y pacífica de los conflictos, sino que además permite que las finalidades educativas del centro se adecuen y lleven a cabo conforme a los intereses de la comunidad donde desarrolla su labor.

La participación en este nivel no debe circunscribirse a la colaboración en el “Día de la familia”, “Semana Cultural”, etc. que celebran la mayoría de centros, en las actividades extraescolares, en la AMPA o en el Consejo Escolar, participar activamente en la vida del centro es un apoyo para mejorar la relación padres-profesores.

Pero aún existe un cierto grado de desinformación importante. Muestra de ello es que siendo el Consejo Escolar el órgano máximo de participación en el centro, muchos padres manifiestan desconocer su existencia o no votan en la elección de sus miembros o simplemente piensan que hay intereses ocultos en las personas que aportan su trabajo, su tiempo y su experiencia para que tanto el Consejo Escolar, como las APAS aporten su grano de arena en la mejora de funcionamiento del sistema.

Es aquí donde hay que incidir, debemos mejorar la información a las familias, animarles a participar y colaborar, debemos aceptar de buena gana la participación de todos/as en la medida de sus posibilidades, nadie sobra y todos valen para el gran objetivo que es mejorar el sistema educativo, que no se cambiará mediante leyes, sino desde dentro.

Cuando alguien dice que no sabe como colaborar debe tener en cuenta algunas pautas, además de que se asocien, con el fin de incrementar la participación activa en la vida escolar:

Promueve la participación de tus hijos en las actividades extraescolares, especialmente en la ESO.

Aporta conocimiento al aula: charlas, cultura de otros países, visitas a centros de trabajo, talleres de manualidades, cocina, música, etc.

Aporta tiempo al centro para diferentes actividades: fiestas, deporte, biblioteca...

Participa activamente en el “Día de” que organice el centro, así como en el festival de final de curso.

Acompaña a tus hijos en los partidos o campeonatos deportivos internos o interescolares.

Integrarnos como padres en la organización o actividades de la escuela de nuestros hijos es tan importante como mantener una buena comunicación con los profesores.

Desde las APAS se debe promover espacios de encuentro en los que, a través del diálogo, se analice y reflexione en torno a temas de interés mutuo, contribuyendo a generar estilos y criterios educativos más compartidos.

Para mejorar la participación en el centro educativo debemos elaborar un programa para fomentar el “encuentro” entre las familias y la escuela, porque es necesario rescatar el compromiso de la familia como motor insustituible en el desarrollo y formación integral de los hijos, un programa que sirva para generar actitudes a través de un diálogo formativo: Escucha activa, participación y compromiso.

Cada día es más complejo educar, cada día son más y contradictorios los impactos que reciben nuestros jóvenes, en una realidad social marcada por el continuo cambio, la función de los padres en la sociedad queda un tanto diluida.

Sin embargo cada día son más las familias que manifiestan sus deseo, así como su interés y disposición para avanzar.

Familia y escuela son los soportes fundamentales de referente educativo, ambos con una aportación significativa que realizar, sin embargo es necesario crear criterios comunes entre padres y profesores para multiplicar la eficacia del esfuerzo que cada uno realiza.

¿Qué objetivos nos debemos plantear alcanzar?

• Crear un buen clima continuado de relación educativa entre la familia y el colegio, que propicie una disposición positiva a compartir reflexiones y vivencias basadas en actitudes de respeto y comprensión que ayuden a crear criterios educativos más compartidos.

• Reconocer los criterios educativos del colegio y dar soporte a la labor realizada con nuestros/as hijos/as desde el centro.

• Ayudar al profesorado a conocer y comprender las preocupaciones de la familia en relación con la educación de nuestros/as hijos/as.

• Aumentar nuestra competencia como educadores (padres y profesores), y desde ahí, aprender a establecer relaciones positivas con los niños y con los jóvenes.

• Avanzar y ahondar en el desarrollo de la acción tutorial, participando como padres/madres de esta línea de actuación.

• Contribuir a mejorar la convivencia en el centro. Debemos trabajar en la misma clave, familias, profesorado y alumnado. Trabajar algunos temas en paralelo en sesiones de tutoría y en encuentros de familias y profesorado.

• Profundizar en el papel del profesor. Revisar y tratar juntos el sentido y la finalidad de la función docente, el enriquecimiento mutuo, dotándonos de estrategias y recursos para aportar la perspectiva que surge de nuestra experiencia profesional.

• Estar abiertos y receptivos. Dando cabida a las inquietudes de los participantes y haciendo ofertas creativas que ayuden a mantener el interés y la participación.

Además de todos aquellos que Uds. consideren importantes.

El tercer nivel es el que le corresponde a la participación de las APAs en Federaciones, que dado su extensión trataremos en otro artículo.

Foto VI Congreso de Educación de CODAPA.