lunes, 11 de enero de 2010

La obesidad infantil I

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la obesidad y el sobrepeso han alcanzado caracteres de epidemia a nivel mundial, más de mil millones de personas adultas tienen sobrepeso y al menos 300 millones son obesas.

En España el crecimiento de la obesidad infantil es espectacular y preocupante, si hace 15 años, el 5% de los niños españoles eran obesos, esta proporción es ahora de más del 16% entre la población de 6 a 12 años. En la Unión Europea, sólo Gran Bretaña nos supera.

Pero, ¿sabemos qué es la obesidad?. Cuando hablamos de obesidad nos referimos a la acumulación excesiva de grasa corporal, especialmente en el tejido adiposo y que se percibe por el aumento del peso corporal, cuando se supera el 20% de incremento del peso ideal según la estatura, la edad y el sexo de la persona a que nos referimos.

Hasta hace unos años para muchas familias el tener un hijo o una hija gordito/a y lleno de pliegues era toda una satisfacción, una señal de salud y fortaleza. Pero los expertos en salud han descubierto que estas familias estaban equivocadas, lo importante no es el peso, sino la salud, y al contrario de lo que se pensaba la obesidad se debe considerar como un factor de riesgo para la salud, una enfermedad emergente en los paises del primer mundo.

En España este problema es especialmente preocupante en los últimos años, en los cuales hemos superado al resto de países europeos en tasas de obesidad infantil. En España se nos llena la boca hablando de dieta mediterránea, pero los cambios en los hábitos sociales han hecho que esta dieta no exista al menos en los grandes núcleos de población.

La causa de esta verdadera epidemia (que puede tener consecuencias muy negativas en el futuro) es como hemos dicho, básicamente, el cambio de hábitos. Y sobre todo en lo referente a la alimentación y el sedentarismo. Los niños, en gran parte por influencia de los padres abandonan el consumo de frutas, verduras, legumbres y pescado, en favor de la comida rápida y la bollería. En cuanto al sedentarismo, las actividades físicas tradicionales se están cambiando por la televisión y los videojuegos, debido a los "problemas de la calle", tráfico, falta de espacios adecuados, necesidad de vigilancia, etc.

En la Comunidad Autónoma de Andalucía, la Consejería de Educación tiene en marcha programas que facilitan al alumnado en edad escolar poder acceder tanto a una alimentación saludable (apertura de comedores escolares con el Plan de Apertura de Centros), así como a la realización de actividad física en periodo extraescolar (con actividades extraescolares del ya mencionado Plan o con el Programa del Deporte en la Escuela).

Los peligros de esta tendencia son muchos. En primer lugar, la obesidad puede suponer al niño problemas físicos (diabetes tipo II, hipertensión, triglicéridos y colesterol, trastornos hepáticos,…) y psicológicos (baja autoestima, estigma social,…). Pero quizá lo peor es que está fraguando una obesidad adulta, con estos mismos problemas, pero agravados. Y hasta tal punto es así, que la siguiente generación podría tener una esperanza de vida menor que la actual, como consecuencia de esta obesidad, a pesar de los avances médicos en otros campos. Algunos estudios indican que la obesidad acorta la esperanza de vida en 13 años.

Pero el aprendizaje infantil se produce por imitación y observación, es por ello que tenemos que empezar por nosotros mismos, pues si la madre y el padre son obesos, el riesgo de que lo sea también el hijo es muy alto según todos los estudios estadísticos realizados. Todos sabemos que los hábitos infantiles tienen mucho que ver con los de sus progenitores, y de ahí la necesidad de modificar nuestras costumbres, cuando no sean adecuadas en materia de alimentación y salud. Por tanto, si luchamos contra nuestra propia obesidad, además de los evidentes beneficios que lograremos para nosotros mismos, también los conseguiremos para nuestros/as hijos/as.

En siguientes artículos desarrollaremos qué y cuánto debe comer un/a niño/a y un decálogo de alimentación saludable.

Imagen del banco de imágenes del ISFTIC.


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