domingo, 24 de enero de 2010

La obesidad infantil II


Como decíamos en el artículo anterior sobre la obesidad infantil, el aprendizaje infantil se produce por imitación y observación, por lo que los hábitos alimentarios, el estilo de vida y la actividad física de los adultos influyen de manera considerable en el comportamiento que estos manifiestan hacia su propia alimentación. Es fácil comprobar que los alimentos que hay en la nevera o en la despensa indican el tipo de dieta que reciben nuestros hijos, si no hay chocolates, ni chucherías, será imposible que éstos lo coman, igualmente la cantidad de dinero que tienen libertad para gastar en productos alimenticios, ya sea para comer en los recreos, para merendar en la calle o para caramelos, nos va a enseñar como de equilibrada es su dieta. Por lo tanto la primera regla para evitar la obesidad infantil es que los adultos conozcamos cuales son los conceptos básicos sobre alimentación y nutrición, lo que nos permitirá programar unos menús variados y equilibrados, así como controlar qué comen nuestros/as hijos/as a lo largo de todo el día.

¿Porqué la obesidad infantil es un problema de salud nacional en los países desarrollados?

La primera razón y la principal es por ser una enfermedad crónica que al igual que el tabaquismo está asociada a la aparición y desarrollo de otras enfermedades, como diabetes, hipertensión, dislipemias, enfermedades cardiovasculares, problemas psicológicos, problemas articulares y motrices, etc. provocando una grave perdida en la calidad de vida (dificultades respiratorias, trastornos cutáneos, etc.), que se acentúa en la vida adulta, y reduciendo la esperanza de vida.

En segundo lugar un/a niño/a obeso/a que no se trata a tiempo será un adulto obeso. Las conductas alimenticias erróneas son más difíciles de corregir cuanto más tiempo se hayan mantenido en el sujeto y habrán dañado su fisiología de forma más grave y permanente.

Y en tercer lugar, en una sociedad cada día más competitiva, en la que los modelos a imitar son de tipo atlético, la obesidad infantil afecta no sólo físicamente, sino lo que a veces es peor, de forma psicológica, su salud emocional se ve afectada gravemente, sufre su autoestima, se llega a producir aislamiento social y discriminación e incluso patrones anormales de conducta, que pueden desenvocar en enfermedades cono la bulimia o la anorexia nerviosa.

Sin embargo la obesidad infantil es una enfermedad evitable, ya que tanto los hábitos alimenticios y los estilos de vida se pueden fácilmente modificar en estas edades, en las que su personalidad se está formando, si todos los actores implicados en la educación se conciencian del problema, desde la Administración y los medios de comunicación, hasta los/as educadores, cuidadores, padres y madres.

La clave del tratamiento de la obesidad infantil está en la educación, basta con enseñarles a comer de forma saludable, tanto en cantidad, como tipos de alimentos, y animarles a la realización de algún tipo de ejercicio físico, evitando en la medida de lo posible actividades sedentarias como los vídeo juegos y la televisión.

Desde este blog, Mendoza y Palomo, como empresa de comedor, quiere colaborar en la concienciación de la sociedad acerca de este grave problema y espera aportar su pequeño grano de arena en la solución de éste.

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